En un estudio realizado recientemente por Forrester Consulting, desarrollado en colaboración con Johnson Controls, el 72% de los encuestados indicó que la implantación o maduración de sus programas de sostenibilidad no sólo es una prioridad absoluta, sino que ha aumentado su importancia en los últimos dos años. Una abrumadora mayoría de los 2.348 directivos encuestados en 25 países de todo el mundo está invirtiendo en edificios más limpios y eficientes energéticamente.
Este estudio mundial evaluó la forma en que las empresas persiguen sus objetivos de sostenibilidad. Los resultados fueron rotundos e ilustraron que la sostenibilidad es ahora una de las principales prioridades comerciales de las empresas. De hecho, los resultados mostraron que el crecimiento y la ventaja competitiva son ahora los principales impulsores para que las empresas se comprometan con la sostenibilidad. Descargue el estudio o lea las principales conclusiones a continuación.
Estudio encargado por Forrester Consulting, desarrollado en colaboración con Johnson Controls.
En septiembre de 2021, se encuestaron a 2.348 líderes de estrategia de sostenibilidad de alto nivel en 19 sectores y 25 países para investigar sus profesionales de la empresa y sus estrategias de sostenibilidad en los próximos 12 meses.
El estudio demostró que las empresas obtienen ventajas competitivas y crecen aplicando iniciativas de sostenibilidad maduras. La sostenibilidad se ha convertido en la prioridad empresarial número uno para el 80% de las empresas, por delante de la mejora de la rentabilidad y la experiencia del cliente.
Las empresas de todos los niveles de madurez han obtenido o esperan obtener diversos beneficios, como la mejora de la eficiencia (96%) y la mejora del cumplimiento (95%).
El estudio demostró que las empresas más comprometidas con la sostenibilidad tienen éxito gracias a un fuerte liderazgo y a poderosas asociaciones que guían las inversiones inteligentes en sostenibilidad. Además, el estudio indicó que más de la mitad de los encuestados esperan reducir el consumo de energía en sus edificios para 2024 o antes, pero carecen de alineación en torno a las métricas que deben seguirse y cómo.