Las infraestructuras críticas son la espina dorsal de nuestra economía, seguridad y sanidad. Las utilizamos cuando encendemos la luz en casa, bebemos agua, montamos en un medio de transporte o usamos algún medio de comunicación.
Igual que el urbanismo, la globalización y la interdependencia de las infraestructuras físicas y digitales afectan a nuestra sociedad y nuestra economía; una infraestructura segura, funcional, sostenible y resistente es crucial para mantener en marcha nuestro mundo.
Las compañías con infraestructuras críticas suelen necesitar una gama completa de servicios de gestión de edificios y soluciones de seguridad para garantizar la protección y funcionalidad de sus propiedades y todo lo que les rodea. Al mismo tiempo, la presión competitiva empuja a las empresas a reducir los costes y optimizar los procesos. Ahí es donde entra en juego Johnson Controls: derribamos los obstáculos hacia el éxito, desde la eliminación de tiempo de inactividad hasta la mejora de la seguridad y el entorno de trabajo, interconectando todo a la vez mediante una gestión integral de los edificios.
Ejecutar las operaciones con los niveles más altos de eficiencia y fiabilidad es fundamental para las empresas que mantienen nuestra sociedad en funcionamiento. Johnson Controls proporciona soluciones tecnológicas que incrementan la satisfacción y la seguridad de los usuarios y los empleados mientras mejoran las operaciones de negocio. Todas las facetas de estas empresas son especialmente vulnerables a diversas actividades delictivas, como espionaje industrial, vandalismo, delincuencia organizada, ciberdelincuencia y terrorismo, desastres naturales y las desafortunadas consecuencias de los errores humanos o los fallos técnicos.
Aunque no podemos evitar todos los daños e interrupciones de procesos que pueden sufrir las infraestructuras críticas, sí es posible alcanzar un nivel adecuado de protección y gestión que ayude a reducir sus efectos negativos.
Las infraestructuras críticas incluyen las áreas siguientes: